Desde mañana, los empleados de la firma Hugo Gagna que presentó quiebra, venderán la mercadería de la firma con los fines de conseguir el dinero y poder cobrar la indemnización que le corresponde por los años de trabajo.
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En diálogo con Primero Noticias, el secretario general de la asociación gremial de empleados de comercio (AGEC), José Luis Oberto, señaló que para pagar las indemnizaciones a los empleados, el juez que lleva adelante el proceso de quiebra autorizó la venta de los productos.
“Este martes, en el horario de 9 a 20 horas en el local que la empresa tiene en calle Muñiz, se va a estar vendiendo la mercadería con el fin de adelantar el dinero por las indemnizaciones a los empleados”, expresó Oberto.
Indicó que la propuesta surgió con el objetivo de “convertir la mercadería en plata para pagarle a los trabajadores”, y agregó que además, “servirá para que los vecinos puedan adquirir productos a un bajo costo, ya que se realizará un descuento”.
Explicó que desde AGEC le pidieron al juez Rolando Guadagna “que el local permanezca abierto hasta que se venda toda mercadería, dependerá de cómo se vende. Si la mercadería va saliendo iríamos trasladando la que queda en el depósito para seguir con la venta. Todo depende de lo que resuelva el juez Guadagna, que es quien lleva adelante el proceso de la quiebra”.
Respecto a la situación de los más de 30 empleados que perdieron su fuente de trabajo, José Luis Oberto dijo que por gestión del gremio “se les pago lo que se les debía del mes de enero, aunque entendemos que hasta el 22 de febrero la familia Gagna les debería pagar y se lo hemos solicitado al juez”.
“Gagna no dio la cara”
El gremialista de los mercantiles dijo que “la familia Gagna no ha dado la cara”. Remarcó que ni siquiera se hicieron presentes el día en que la Justicia y la policía se hizo presente para pedirle a los trabajadores que se retiraran.
“La familia Gagna no ha dado la cara. Yo mínimamente hubiera querido que se sienten y le expliquen a los trabajadores ya que son empresarios de acá de Río Cuarto pero no hubo ese interés de parte de la familia”, concluyó José Luis Oberto.
El punto de vista del empleado
