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Reclaman una prórroga para la vigencia del posnet

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El Centro Empresario envió pedidos para que la obligatoriedad se postergue. Además, plantean que el monto mínimo para la tarjeta de débito sea $ 100.

El Centro Empresario está reclamando que el gobierno nacional prorrogue la puesta en vigencia de la obligación de tener posnet, que deben cumplir todos los negocios y los profesionales. La medida comenzó a regir desde el 1° de abril y generó quejas porque para los almacenes de barrio o los pequeños kioscos implica un costo más y, sobre todo, porque suma complicaciones operativas para el funcionamiento diario.

Con la intención de extender la formalización de la economía y evitar así la evasión, la Afip dispuso que todos los comercios, monotributistas y profesionaes deben darles a los clientes la posibilidad de pagar con tarjeta de débito si hacen compras superiores a 10 pesos. Ayer, este diario publicó que en Río Cuarto sólo el 25 por ciento de los almaceneros cuenta con el posnet para cumplir con esa obligación. Desde el organismo recaudador avisaron que habrá controles masivos y que las multas serán importantes.

Gustavo Sachetta, vicepresidente del sector comercio del Cecis, detalló que el principal inconveniente está focalizado en los negocios más chicos. “Desde el Centro Empresario estamos enviando cartas a nuestras instituciones de tercer grado, la Came y la CAC (Cámara Argentina de Comercio), haciendo un pedido para que se vea la posibilidad de prorrogar la entraga en vigencia de la medida. Además, sería positivo que se eleve el monto mínimo de la compra de 10 pesos a 100 porque hacer una venta con tarjeta en un kiosco, hacer esperar a tres o cuatro clientes, por vender un bombón es una complicación”, indicó Sachetta en declaraciones al programa Entre Líneas, que se emite todos los jueves a las 21.30 por Somos Río Cuarto y Canal Quatro.

El dirigente agregó que el posnet tiene un costo de 200 pesos más IVA, a lo que debe sumarse la línea telefónica o la conexión a internet. Así, el monto se eleva hasta los 800 pesos, más los porcentajes que se deducen por las ventas y las retenciones de IVA, Ganancias e Ingresos Brutos.

Federico García, protesorero del Cecis, indicó que, en este punto, el gobierno nacional ha elegido una estrategia de shock. “Lo que estamos tratando de defender es el gradualismo. Por supuesto que no estamos en contra de la formalización de la economía; al contrario, pero creemos que, como siempre, pagan justos por pecadores en el sentido de que, por querer formalizar, arrastramos a un montón de actividades y les generamos complicaciones. Por ejemplo, ¿qué pasa con una clínica que tiene 200 médicos? ¿Tiene que tener 200 posnet, uno por cada profesional? ¿Y el taxista? ¿Tiene que tener un posnet arriba del auto?”, planteó el empresario.

Lejos de la realidad

García manifestó que la obligación de recibir tarjeta de débito parece haber sido pensada desde un escritorio en Buenos Aires, sin conocer la realidad del interior. “¿Cómo van a hacer los pueblos de más de 1.000 habitantes que no tienen buena conexión a internet? El problema es que, muchas veces, este tipo de medidas no se definen trabajando junto con los representantes del sector, que son quienes conocen más la actividad”, indicó el protesorero del Centro Empresario.

Los dirigentes del Cecis plantearon que las empresas tienen todavía cuestiones más urgentes por resolver, como por ejemplo, los aumentos tarifarios, la tasa de interés, que hace casi imposible que una firma consiga hoy financiamiento, el índice inflacionario, que no deja de distorsionar el nivel relativo de los precios.

Sachetta manifestó que, si bien se han dado señales para bajar algunos costos, hay una realidad que marca que la rentabilidad se reduce, lo que condena a muchos comercios a la inviabilidad.

“Hay costos que se redujeron. Por ejemplo, el costo de la tarjeta de crédito era del 3 por ciento, mientras que llegaba al 1,5 por ciento para las de débito. Ahora, se bajaron al 2,35 para las de crédito y al 1,1 para las de débito. Pero hay un efecto goteo: si uno no logra cerrar la brecha para que no se siga reduciendo la rentabilidad, lo que ocurre es lo que vemos en el centro de la ciudad: locales vacíos. Esto es una realidad a partir del hecho de que la rentabilidad se ha ido acotando. Todos los meses el margen es un poco menor”, señaló el empresario.

Sachetta y García se refirieron también a la situación general en la que está inmersa la actividad comercial.

“El año pasado, en distintos sondeos que se hicieron, llegábamos a la conclusión de que el aumento de ventas había oscilado entre el 18 y el 21 por ciento en Río Cuarto. Pero todos los costos subieron bastante por encima de la inflación, que fue del 25 por ciento. Es decir, los costos crecieron mucho más que las ventas”, planteó Sachetta.

Fuente: Diario Puntal.

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