Los transportistas de cargas, que iniciaron un lock out el pasado lunes y dejaron desierta la actividad en los puertos del Gran Rosario, se reunieron este jueves con autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación pero los resultados no fueron los esperados. “Nada cambió”, avisaron los trabajadores, que entonces mantendrán la medida de fuerza.
El presidente de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), Ramón Jatip, entidad que lidera el lock out, indicó que el conflicto “está en el punto inicial”, por lo que la protesta desatada a raíz del reclamo para incrementar la tarifa de los fletes que transportan granos puede comenzar a afectar la provisión de combustibles.
Jatip precisó que las conversaciones pasaron a un cuarto intermedio, pero advirtió que “si no hay un arreglo próximo” los dirigentes volverán a sus provincias y prolongarán la medida de fuerza, por la que los transportistas de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires mantienen 400 piquetes.
Los empresarios piden que las tarifas aumenten 31 o 32 por ciento, lo que es rechazado por las entidades agropecuarias, la contraparte de los transportistas.
“La situación es grave y si no se homologan los aumentos, la diferencia es tener registrados o en negro a los 100.000 trabajadores” que emplean las empresas de las cámaras “porque no es nuestra intención despedir gente”, alertó Jatip, quien mencionó que los empresarios están en riesgo de “tener que vender camiones”.
En cuanto a la mediación del Ministerio de Transporte, el directivo aseguró que la negociación debe ser entre privados y las autoridades “no deberían intervenir”, aunque ponderó a la cartera como el ámbito del sector. El lock out provocó pérdidas diarias de 3,5 millones de dólares a los exportadores de granos y desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), aseguraron que esta semana ingresaron un «98% menos de camiones, en relación a la semana pasada».
