Ante la dura realidad económica se reunieron para juntar artículos y luego entregarlos a las familias más vulnerables. Convocaron a todos los que quieran aportar su colaboración a sumarse al nuevo espacio.
Como respuesta a la dura situación económica, un grupo de comerciantes decidió crear una comunidad de trabajo solidario que recolecta ropa y alimentos para entregar a quienes más lo necesitan. “Brazos Abiertos” se llama esta propuesta que convoca a todos los interesados en aportar su granito de arena y brindar una mano a las familias más vulnerables de Río Cuarto.
“Juntamos abrigo y alimentos, porque en los barrios hay personas que donan pero cada vez menos por los costos que tienen todos los productos; a todos se nos complica la economía, y la forma de salvarnos es trabajando todos juntos”, comentó Carolina Schiapparelli, una de las integrantes de esta agrupación que encontró en la forma de comunidad una respuesta a la dura realidad de los barrios.
– ¿Quiénes integran esta agrupación solidaria?
– La comunidad “Brazos Abiertos” está compuesta por un grupo de comerciantes de la ciudad que, viendo la situación económica que cada vez está más complicada, decidimos juntarnos para hacer un banco de alimentos, juntar ropa, calzado, electrodomésticos, todo lo que pueda necesitar la ciudadanía.
Tal como lo indican sus integrantes, esta comunidad articula con el centro cultural Mulato Mulé, que llega a todos los barrios y conoce las necesidades de todos los puntos de Río Cuarto. “Por el momento somos pocos los que integramos este grupo, pero allí está la idea de conformar una comunidad que más personas se sumen a la iniciativa desde su lugar, y puedan aportar a la idea”, comentó Schiapparelli.
– ¿Qué los llevó a definir este proyecto de ayuda a los que más lo necesitan?
– Observamos muchas necesidades en los barrios, no hay trabajos, no hay changas, alimentos y ropa cada vez están más caros, y el invierno es cruel. Hay gente que no sabe qué hacer pero quiere colaborar, por lo que decidimos comenzar con lo básico, que es juntar las mantas y el alimento, después veremos qué otra cosa podemos hacer, siempre hacen falta acciones.
La integrante de esta comunidad indicó que los comerciantes se vincularon en el trabajo social y por las mismas inquietudes comenzaron a gestar esta idea.
Trabajar todos juntos
Por su parte, Luis Echenique, uno de los integrantes de esta comunidad que busca dar una ayuda a quienes más lo necesitan, señaló que “es muy necesario generar empatía en la ciudad de Río Cuarto, que siempre ha sido muy solidaria”. Sostuvo: “Algunos de nuestros hermanos la están pasando realmente mal, el frío y el hambre son muy crueles con los más vulnerables, es necesario que nuestros hermanos, a quienes hoy les toca pasar este momento tan duro, sientan que no están solos”.
En este sentido, consideró que el proyecto de Brazos Abiertos tiene como principio “que los hermanos estamos para darnos las manos y construir un red de contención”, explicó el miembro de la comunidad.
Echenique indicó que si bien tienen noción de que lo que pueden hacer no solucionará la situación, “porque son paliativos, también entendemos que este período cruel justo toca en el invierno, que no tiene piedad”. Explicó que, en este marco, el espíritu mundialista, “que nos pasó por el lado, nos hizo repensar si realmente tenemos algo que festejar, saltando todos abrazados unidos por una bandera, cuando esa misma bandera no nos une en un mismo sentido”. Y completó: “Nos moviliza pensar que el dolor ajeno es el que más duele”.
Los artículos que se desee donar deben ser entregados en Sadi Carnot 180, o se puede contactar a los organizadores llamando al teléfono: 3586001170. Del mismo modo, se puede escribir un correo electrónico a: [email protected]
Más merenderos y roperos
Esta realidad advertida por el grupo de comerciantes que han conformado “Brazos Abiertos” también la han notado las organizaciones territoriales que desde hace años trabajan en los sectores más vulnerables y denuncian que desde hacía más de una década que no se notaba una situación tan complicada.
Esto ha derivado en la generación de más merenderos, más de uno por barrio, y de muchos espacios que funcionan como centros comunitarios y ahora comenzaron a preparar viandas para los vecinos que más lo necesitan.
Del mismo modo, se han multiplicado las organizaciones que dispusieron la creación de roperos comunitarios para entregar indumentaria a grandes y chicos.
FUENTE: Diario Puntal